«Las palabras se mueven, la música se mueve
Nada más en el tiempo; pero lo que sólo está vivo
Sólo puede morir. Termina el habla
Y vuelven al silencio las palabras.
Sólo mediante forma y estructura
Pueden llegar a la quietud la música o las palabrasComo un inmóvil jarrón chino
Se mueve perpetuamente en su quietud.
No la inmovilidad del violín mientras la nota dura,
No sólo eso sino la coexistencia,
O digamos que el fin precede al comienzo
Y que el fin y el comienzo estuvieron presentes
Antes del comienzo y después del fin.
Y todo es siempre ahora.»
El testo es parte de uno de los cuatros poemas del poeta T.S Eliot que se llama «Burnt Norton». He empezado a investigar con el cuerpo sobre esto y me fascina mucho como el poeta habla del humano.
Eliot habla de la necesidad del individuo de habitar el momento presente y de saberse dentro de un orden universal.
Lo que viene resaltado aquí es la relación entre el tiempo y el movimiento.
Todo lo que se crea, al final desaparece.
Todo lo que sé crea, puede ser que ya estaba allí o que ya había desaparecido.