Hubo un momento en la historia del cine en el que la cámara giró sobre sí misma y dejó de enfocar al mundo para enfocar a quien la manejaba: el realizador y su entorno, su familia, su vida, su historia.
Hoy, la cámara que todos llevamos en el bolsillo hace que cada persona pueda crear una de esas películas en las que, de alguna forma, el autor es sujeto y objeto de la narración. Ese cine arrebatado que no se puede hacer desde la distancia porque la historia es parte del propio autor y de su mirada.
Cuando preguntaron a Godard sobre la capacidad de cualquier persona para hacer cine gracias a las nuevas herramientas digitales, respondió “que hagan, que hagan…”
Quien decida hacerlo, a partir de ese momento, deberá elegir entre tomar la sopa o filmar la sopa.
David Arratibel
David Arratibel es documentalista y cineasta.
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