El trabajo en esta residencia parte de una reflexión en torno a la historia de la brujería en Navarra, entendida como forma de conocimiento femenino que desafiaba los sistemas de poder dominantes, al plantear formas de saber marginales y alternativas a la hegemonía patriarcal y eclesiástica. Las mujeres construyeron espacios de conocimiento propio que fueron penalizados y perseguidos utilizándose contra ellas la acusación de brujería. A través de un proceso de investigación y trabajo colectivo, las artistas revisitan distintos aspectos de la caza de brujas, lo que se convierte en un reconocimiento a otros modos de saber y conocer, y también a todas aquellas mujeres que fueron sistemáticamente torturadas y asesinadas en nuestro territorio y en el resto de Europa.
Presentación final de residencia:
21 octubre. En la fiesta del 10 aniversario del Centro Huarte