Las artistas Ana S. Holmes, Carlota Vidán, Elvira Madrigal y Karmele Oteros desarrollarán en el Centro Huarte las residencias artísticas convocadas por el Instituto Navarro de Deporte y Juventud, entre el 29 de julio y 31 de agosto. Los proyectos elegidos han destacado entre los diez presentados por su “calidad artística, innovación e investigación en el trabajo conceptual, así como por la viabilidad y repercusión que pueda derivarse del proceso de producción que recogen los proyectos”.
El trabajo de Ana Holmes 11.7.1972-1.09.1972 consiste en un espacio compuesto por proyecciones, lienzos e instalaciones formadas por ítems, con el que persigue “crear un entorno en el que el espectador o visitante se cuestione, a través de este espacio, elementos cotidianos como la seguridad, la belleza o la comprensión del mundo actual”.
La artista define su obra como “un conjunto de experiencias a través de muchos elementos, todos compuestos en un gran collage en el que el espectador no solo observa, sino que es capaz de adentrarse en otra realidad y sentirla”.
Por su parte, Carlota Vidán López, presenta el proyecto Hijos de los hijos de la ira, que culmina en un video ensayo partiendo de retratos fotográficos.
En palabras de la artista “este proyecto quiere retratar la intensidad de una historia marcada por las estrechas relaciones creadas entre un grupo de jóvenes que juegan a romper límites establecidos”.
La intención de Vidán con este proyecto es “mostrar las inquietudes y frustraciones colectivas de toda una generación que lucha por encontrar su sitio en un país con un contexto en el que las oportunidades dadas son tan escasas, que en la mayoría de los casos la mejor elección fue salir”.
El tercer trabajo, Horizonte de sucesos, lo presenta Elvira Madrigal y consiste en un proyecto escénico sobre los agujeros negros. Madrigal utiliza el cuerpo y la voz como mecanismo de distorsión de la realidad. Asimismo, emplea un elemento tan cotidiano como el periódico para desvirtuarlo mediante la performance. “Con estas diferentes versiones de distorsión, -señala Madrigal-, nos adentraremos en nuevas dimensiones sobrepasando los límites del horizonte de sucesos y revotando en lo que supuestamente es realidad o no”.
La cuarta residencia la encabeza Karmele Oteros, que en su proyecto Las sin parte plantea lecturas compartidas sobre textos políticos, en torno a la cuestión del género, que se trasladarán a imágenes. Partiendo de una selección de textos, al tiempo que se localiza e invita a mujeres tanto del ámbito artístico como del activista, la artista propone tres talleres para trabajarlos: “me interesa volver a pensar las mismas cuestiones desde otros puntos de vista, otras miradas, para generar conexiones entre el arte y el activismo a través de encuentros públicos”.