El proceso de creación lo vivo como una búsqueda de sentido y de nuevas preguntas. Este proceso me permite indagar en los relatos y narrativas naturalizadas. Salir de la noción de creación como un proceso individual y narcisita, para reclamar el lugar de las reflexiones conceptuales (en torno a ideas concretas) y la crítica social lo considero fundamental. Dejar de lado una noción de escuela pública deteriorada para rescartar investigaciones y proyectos que apuestan por otros modos de aprender, también.
Me pregunto por qué enferman tantos cuerpos en la profesión docente… Enseñamos también con nuestro cuerpo, nos relacionamos a través de este y aprendemos a partir de esta relación. Ese cuerpo no puede mostrar de forma cronificada agotamiento y cansancio. (Byung-Chul Han (2012))
Educar es escuchar y acompañar. Me pregunto dónde quedan las voces de las maestras/os; en cuantas investigaciones habrán participado; cuántas decisiones han tomado. El proceso de creación, como decía G. Deleuze (https://youtu.be/Cq_zP4LSyik), es un acto de resitencia y me gustaría pensar que podemos hacerlo juntas/os.