Me gusta cuando te vuelves vulnerable y se te ve más real.
Como cuando Sally, nuestra gata que es una borde, se pone a mamar ansiosa la manta de pelo.
Así distingo lo que quieres enseñar y lo que eres. Ese segundo que es nada donde enseñas lo que no controlas.
Yo también controlo, aunque también me gusta desnudarme, o más bien estar desnuda, pero siempre sujeto un punto. Con un gesto tenso el brazo y subo el hombro derecho, sujeto la cuerda.
Cuando sujetas * tienes que ser consciente de la fuerza que puedes hacer y la fuerza que tiene (lo otro). Es un cálculo rápido, en cuanto tira y según la violencia de su gesto sujetas y cuando ves que no puedes, sueltas. Y vuelves a sujetarla. Empieza de cero y disimulas tu debilidad de 70 frente a 700, más menos.
Donde hay * va «una yegua».
La escala es importante. Y el suelo. (muy técnico y repetitivo)
*
Hoy tienes cara de persona