El Museo Oteiza acoge el proyecto expositivo Aflorar, realizado específicamente por el artista David Bestué para este centro. Se trata de una intervención escultórica formada por un conjunto de obras en las que la tensión entre forma y materia aparece mediada por los procesos de transformación de los materiales utilizados. Las obras de Bestué parten de elementos de condición orgánica y perecedera, que sitúan la escultura en el umbral entre lo fijado por la forma y el volumen y lo que, por su condición vital, se escapa a cualquier voluntad de contención.
Frente al uso de materiales como piedra, madera o hierro, que han configurado gran parte del proyecto escultórico del siglo XX, en el que se inscribe el propio Oteiza, Bestué contrapone una escultura realizada con elementos como sal, flores, laurel, arena, azucar o humo, entre otros. Muchos de estos materiales como el laurel o la rosa, están culturalmente asociados, además, a la representación de lo efímero y fugaz, lo que marchita con el paso del tiempo.
En el proceso de elaboración de las piezas, Bestué filtra y tritura los elementos hasta conseguir una materia líquida que formaliza mediante el uso de moldes, capturando e inmovilizando lo vertido en su interior. Las piezas adquieren formas aparentemente básicas como lingotes, esferas, pilares o ladrillos, si bien contienen la memoria de la organicidad y el registro vital de los materiales, que rebasan la forma preestablecida. Su elección, así como la técnica realizada para la elaboración de estas piezas, amplifica la posición que ocupa una escultura que, liberada de la condición de permanencia, dispone una temporalidad determinada por las condiciones perecederas de sus materiales.
Este proyecto se sitúa, por tanto, en una posición crítica ante la escultura de la modernidad y su significación en el uso de materiales considerados nobles, con la presencia de fragilidad de elementos aparentemente residuales, que remiten a contextos marcados por lo cíclico y vital, condiciones esenciales que determinan este proyecto escultórico.
Este es el quinto proyecto del programa Hazitegia, desarrollado conjuntamente por la Fundación Museo Jorge Oteiza y el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte, con el objetivo de generar nuevos escenarios de reflexión en torno a la obra de Jorge Oteiza desde la creación contemporánea. Fruto de este proyecto, David Bestué realizó una residencia de investigación y producción el pasado mes de enero en el Centro Huarte, como parte del proceso de preparación de este proyecto, en el que colaboró con un grupo de artistas y usuarios del Centro. Este proyecto cuenta con la colaboración del programa Innova Cultural de Fundación Caja Navarra y Fundación la Caixa.